Cuando el Humaya se detuvo.


Es sábado 29 de abril del 2006, desde que me levanté de la cama tuve el presentimiento de que cada hora de este día tendría más de 60 minutos, así fue.  Siempre recordare esta fecha por el singular ambiente que a todos nos rodeaba, cada segundo apuraba más la cuenta regresiva que nos dirigía a la cita que pactamos desde hace bastante tiempo. 

Producto de ese extraño sentir, interrumpí mi costumbre de arribar con dos horas  de anticipación al estadio, para en esta ocasión hacerlo desde cinco horas antes, la fecha lo ameritaba. Rápidamente  me percaté que no era el único que sufría el mismo síntoma, a lo lejos mire a mis compañeros utileros adelantando sus labores de cada semana, a otros colegas preparando todo para el gran partido que nos esperaba, incluso presencié una imagen que aun me persigue porque jamás la esperé. Sebastián Abreu, sentado en la base del poste de la portería norte platicando a solas con la misma portería, la observaba como dando la impresión de querer convencerla, para que horas más tarde se convirtiera en su fiel compañera. -“Por eso le dicen Loco, Caray.”- Me grito a la distancia mi compañero de utilería que también se mostraba sorprendido. –“Si, Loco, pero siente más el equipo que varios culichis el uruguayo.”- Le contesté.  Sin duda ese gesto de Abreu nos transmitía una especie de confianza, de saber el compromiso que tenían los jugadores.
Falta exactamente una hora y media para el partido. Juan Manuel Lillo sabe exactamente que jugadores alinearan esta tarde. Ya tengo todo el equipamiento a disposición de los jugadores para comenzar a entrenar, Cirilo se me acerca y me dice-“Todo nos lo jugamos hoy, ¿Cómo la vez, como crees que salga Pumas?”-, -“La UNAM siempre ha sido un equipo que no regala nada, seguro la pondrán difícil, pero nosotros podemos Cirilo.”- Le respondí. 

Son los momentos finales de preparación, el director técnico, Lillo, está a punto de dar su cuadro inicial. –“Señores sabíamos que estaríamos aquí, Pumas jamás se lo imagino, en eso les llevamos ventaja carajo, nosotros tenemos todo un pueblo a quien salvar, ellos solo vienen a cumplir, vamos Dorados.” Sacó una hoja blanca de su bolsillo y la repasó con seguridad. –“Cirilo, vas a la portería, pero cabrón, hoy te vas en ceros, cuento contigo. Guty, Toto Lopez, Lupillo Castañeda y Andrés Orozco, serán nuestra línea de cuatro en el fondo, Lupe haz lo que sabes hacer. Lucas Silva por izquierda, Cuauhtémoc, mi temo, hoy vas por derecha. Pep y el negro Molina se harán cargo de la media.”- Terminando de dar esa instrucción le avienta el gafete de capitán al negro Molina y le da una palmada a Joseph Guardiola.- “Coco y el Loco arriba, quiero que busquen los balones, muévanse jalen marcas, Sergio Bernal ya no llega a los balones pegados al poste, acaben las jugadas.”- Juan Manuel Lillo se acerca y le dice algo en el oído a Sebastián Abreu que nadie logra escuchar pero el rostro del Loco refleja paz y la contagia. Aplaudo fuertemente para transmitir mi emoción, mi apoyo, mientras el cuadro salta a la cancha con las gradas abarrotadas. Me diríjo al banquillo y me pongo cómodo para vivir el partido más intenso de mi vida.

Dorados, producto de la necesidad y la emoción. sale con todo al ataque. Blanco nos regala unos trazos como solo él sabe hacerlo, Leandro no le gana ningún balón a Pep, y el negro Molina reparte seguridad en todo el terreno. Se generan muchas jugadas pero no se concretan, se termina el primer tiempo.
Durante la plática del medio tiempo, mi deber es el de preparar el calentamiento para los jugadores suplentes, por esa razón me pierdo de lo que sucede en vestidores. A falta de cinco minutos para la reanudación, me dirijo al túnel para alcanzar a ver a los jugadores antes de entrar y veo que ya vienen de salida, para mi felicidad los veo a todos más convencidos y seguros que en el primer tiempo y les expreso nuevamente mis deseos. Jorge Iván Estrada platica con Lucas Silva y escucho –“Luki no te me despegues tanto, en cortito nos van a salir las jugadas.”- Lucas solo asiente con la cabeza y entiende el acuerdo.

Ya tenemos 15 minutos de segundo tiempo y no cae el gol, el sonido local nos informa que San Luis va perdiendo su partido y eso nos tranquiliza, el rival directo tiene un resultado desfavorable. Tiro de esquina para Dorados, que esta vez ataca hacia la portería norte, Pep lanza el servicio, Abreu se eleva, conecta con la testa… Directo al poste. Si, justo al poste donde se encontraba sentado cinco horas antes. -“Vamos Loco, solo ocupo una, falla mil pero hazme una.”- Gritaba Lillo desde la lateral. Faltan 20 minutos para el final del partido, Dorados muestra intensidad, este empate combinado con la derrota de San Luis nos favorece. Cirilo sale jugando con Lupillo, Este manda un cambio de juego hacia Blanco, que de primera intención conecta con Pep, levanta la vista y abre con Lucas Silva quien tiene 5 metros libres, recorre la banda, manda el centro al manchón penal, Abreu se levanta, remata picado…Poste!, el balón toma efecto, se desliza sobre la línea…GOL!. Abreu corre a la afición, un momento, el juez levanta la bandera, hay fuera de lugar.- “Andáte, hijo de mil, no nos hagas esto, no nos hagas esto, salió en línea, salió por detrás de Verón.”- Le recriminaba Lillo al asistente. “Que señalaste, sos un protagonista” Le dijo en corto Abreu al Juez. “Tios no desaniméis, que ya los tenemos” Le dijo Pep al resto de los jugadores.

Minuto 89, persiste el empate a ceros. –“Confírmame eso pero ya.”-, -“te digo que es lo que me acaba de llegar Lillo, San Luis empató”-, -“Vamos gente que aun así no les alcanza”-, le decía Juan Manuel Lillo a su asistente técnico. El sonido local lo hacía público: “Alerta de marcador, Atlas uno, San Luis uno.” Dijo la inmensa voz a todo el público.  -“Vamos si hacemos un gol no nos baja ni el papa”- gritó el Director técnico. Dorados seguía llegando, pero sin concretar, yo estoy sentado deseando que todo acabe, pero que todo acabe bien.

Se agregan tres minutos, -“En el partido de San Luis falta un minuto”- escuché a metros de mi. “Vamos, vamos.” Pensé, mientras apretaba las manos. Juan Manuel Lillo recorría la banda como jaguar apunto de cazar a su presa, reclama al árbitro, salta y patalea cada vez que sus jugadores lo hacen. Un jugador de la banca se levanta y camina hasta Lillo, lo toma del hombro y le dice algo, Lillo lo voltea a ver fijamente, después voltea a ver el reloj del estadio y se regresa a la banca junto con el jugador. Por primera vez en el partido el Director técnico de Dorados, Juan Manuel Lillo se sienta, lo observo atónito. El altavoz del estadio hace su entrada y se escucha: “Alerta marcador, San Lui…”

¿Qué fue todo esto?, me pregunto mientras me tomo la cabeza en la oscuridad de mi cuarto, observo la pantalla de mi celular y me dice que son las 4:15 am del Viernes 28 de febrero del 2014. Es la tercera vez que sueño con esto en lo que va del mes. Prendida de volea.

Comentarios

  1. Yo estuve en la cancha en ese partido contra Pumas. Trabaja de balonero, y al igual que en tu sueño llegué horas antes al estadio. Los jugadores no dieron ninguna declaración antes y después de calentar. Fue la única vez que vi eso, la concentración era total. Cómo olvidar ese riflazo que Bernal le sacó al "Loco" a bocajarro. Cuando pitó al arbitro no sabía el marcador del San Luis, pero vi a Lillo llorando en la banca y ahí supe todo.
    No quiero pensar que hubo mano negra en ese partido, pero un tío era Inspector de Seguridad en el estadio y se sentaba en la banca con el 4to arbitro, dice que en el tiempo agregado al asistente le sonó el celular y le dijeron algo como que el San Luis había clavado gol para que el central diera final inmediato. Son cosas que se escuchan. Pero sí, ese es el día más triste en la historia de Dorados.
    Saludos Jair, soy el Zurdo del Cbtis jaja.

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  2. Que privilegio y que desgracia vivirlo en carne viva Zurdo. Me llama mucho la atención lo que comentas acerca de las irregularidades extra deportivas que se presentaron, siempre existirá la sospecha sobre si en verdad hubo otros intereses involucrados. Esperemos que pronto Dorados resurja y se escriba una nueva historia.

    Por otra parte que gustazo que te pases por acá Alexis jaja, mire tu avatar pero no te alcanzaba a identificar hasta que te anunciaste en tu enunciado final. Muchas gracias por leer esta nota y por darte el tiempo de comentarla y compartirnos tus experiencias de ese día. Saludos y suerte Zurdo.

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  3. Nada que agradecer viejo.
    Crecí con los Dorados y sólo espero su regreso.
    Hay que seguir así Jair suerte.

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