Cambiar de religión.




“En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol” - Eduardo Galeano.


El fútbol es el deporte más popular de toda la historia, aquí, allá y donde sea, sin discusión. Nada se convierte en lo más popular del mundo por mera casualidad, existen en el fútbol muchos atractivos y muchas representaciones sociales que provocan una identidad con los aficionados y esto se convierte en el negocio perfecto en todo el mundo. 

El pasado martes en Culiacán, tuvimos fútbol. Llegaron 20 mil asistentes entre semana dispuestos a batallar el tránsito de esta ciudad por la noche, que cada vez está más insufrible, dispuestos a buscar un estacionamiento que no está garantizado por nadie y dispuestos a un lleno total en un estadio que no es el más cómodo de América Latina. 

¿Por qué? Por que lo que se iba a sentir en las entrañas durante esos más de 90 minutos no lo encuentras en otro lugar de América Latina. A Dorados le sonrió la fortuna del sistema de competencia, ese que con una serie de combinaciones te dice que es posible enfrentar en duelo oficial al Real Madrid aunque te llames Zacatepec y que no existe en ningún otro deporte. Venados de Mazatlán nunca va a enfrentar en duelo oficial a los Mets de Nueva York, por ejemplo. 

De los 20 mil asistentes, a mi me pareció observar a un 50 - 60% con playeras de Chivas. Cuando saltó Dorados al terreno de juego aplaudió un 60% de la grada. Cuando Chivas apareció aplaudió otra vez un 60% de la grada. 

Ya lo que veía y escuchaba, no me cuadraba. 

Chivas anota y lo grita la mitad del estadio. Dorados en cada aproximación le robaba el suspiro al 80% del estadio. La multitud para el segundo tiempo ya abucheaba a Chivas y reclamaba cada jugada al árbitro cuando se perjudicaba a Dorados.

Sobre la parte final del encuentro yo escuchaba el apoyo en el 80% a Dorados y el resto para la visita, vi una ola de todo el estadio, al ritmo del sinaloense y con la luz de sus teléfonos celulares encendidos para recibir a los penales.

En la victoria Dorada en penales explotó el Estadio de Dorados a favor los locales. 90 minutos de acciones fueron suficientes para hacer cambiar de opinión a aquellos que fueron con su playera de Chivas pero mejor festejaron al Gran Pez. 

En Culiacán a la enorme mayoría les gusta el fútbol, de estos, a todos les gusta un club de primera división de cualquier país, todos son potenciales aficionados de Dorados de Sinaloa. Que ya hemos visto como en sus 3 años en primera división se llenaron todos los partidos en casa. 

Apoyar a Dorados es apoyarte a ti. Que se hable bien de Culiacán, que nuestros niños quieran escoger este camino del bien, que se active la economía en torno al fútbol, que los ojos del país y del mundo puedan voltear a la capital sinaloense en la sección de noticias deportivas. Entiendo que tengas un equipo de primera división por que Dorados aún no existía, yo también lo tuve hasta que en 2003 viví una fiesta en la ciudad que me ofrecía Dorados y aprendí que los demás equipos nunca harán nada por mi ciudad. 

Dorados mas temprano que tarde será de primera y nos necesita, el equipo de fútbol de Mazatlán también necesitará de los sinaloenses y ¿qué creen? Hay perfecto espacio para dos equipos de fútbol de primera división en nuestro estado. Tanto como para extraer talento para los dos, como para tener aficionados de primera para los dos. 

3 de los 16 años de Dorados han sido de Primera División, llegará un momento en que su historia será en mayor parte de primera y así como se cambió el sentir en 90 minutos ante las Chivas, cambiaremos de religión a muchos.

Los años nos darán a niños que nazcan Dorados, así como tu naciste chiva, águila o puma. Está en ti y está en mi.




Jair Rodríguez
De Volea  

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