Hay una ciudad detrás.


"Debajo del cielo, encima del mundo" [Foto: Llegó a mi whatsapp, pero seguro la capturó algunx muy doradx, gracias.] 


Lo que pasa en esa cancha tiene consecuencias y quienes deberían de saberlo no lo saben. No lo saben por que si lo supieran disfrutarían de patear un balón, volarían por las bandas y tendrían la pierna mas dura a la hora de pelear una dividida, serían los mejores saltando por aire y más cuando se juega en Culiacán. Tirar a gol apenas dos veces, jugando en tu casa, con tu gente y ante la UAEM. 

Puede que sea muy temprano para prender las alarmas, pero es el momento exacto para arreglar las cosas, mañana ya será tarde. Duele ver como se trata a nuestros colores, duele por que Santiago se nos acaba de ir con ilusión y aquí estamos haciendo nada. Si hoy estamos levantando la voz cuando apenas pasó el tercer juego de Dorados en liga, es por que somos así, son los costos de seguir a un equipo que nació campeón y a quien no le guste o no acepte esto, no debería seguir con nosotros. 

Lo que pasa en la cancha tiene consecuencias y es por que hay una ciudad detrás. Si no me creen, pregúntenle a Jorge Becerra que tan pesada es la cortina que levanta todas las mañanas para abrir su tienda los lunes después de que ganamos y los lunes después de que perdemos. Pregúntenle al Dr. Llausás que tan pesada se vuelve la semana cuando se habita en el último lugar de la tabla general y cómo es cuando estamos de punteros.

Pregunten a las redacciones y ediciones de los medios de comunicación deportiva locales, cuales han sido sus portadas y notas favoritas que jamás hayan creado. Podemos preguntar al dueño del Café Miró, podemos preguntar incluso a los operarios de la distribución 7 de Coppel. Entrevistemos a la colonia Stase, a la Lombardo Toledano, vayamos a Barrancos, ahí donde nace el Escuadrón y comparemos un sábado después de ganar y después de perder. 

Podemos comer en Los Argentinos, taquería el Güero, Mariscos el Mayo  y comprobar también que hay una ciudad detrás,  que todo lo que pasa en esa cancha repercute en la sociedad y que debe de tratarse con respeto. Me estoy quedando muy corto con los ejemplos, pero tú que estás leyendo esto ya estás pensando en al menos 5 ejemplos más. 

Ayer escuché música de Sabina, Delgadillo, Silvio y otros más, que salía de las manos y los sentimientos de un molesto aficionado de Dorados, me comentaron que lo conocen como el Cuen y me llamó mucho la atención que subiera a tocar con el jersey del Pez y después me puse a pensar que Joaquín Sabina también lo haría enfundado en una camisa del Atlético de Madrid. 

El Cuen no estaba solo, entre los asistentes de Peor para el Sol, había por lo menos unos 8-10 acompañantes más, también vistiendo los colores del pez, y seguramente habíamos más, que nos fuimos de civiles pero con los colores tatuados. 

La música que nos compartió venía cargada de sentimiento y tengo que aceptar que la música cargada de dolor es muy buena, pero prometo volver para escuchar al Cuen, un sábado después de ganar. 

Hay una ciudad detrás y se manifiesta de diferentes formas. Hay que defender los colores siempre con respeto. 

El Cuen y su jersey de Dorados en Peor para el Sol.

"Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo, en un whisky on the rocks" Dice Joaquín Sabina en 19 días y 500 noches. 

Lo preocupante es que ahora somos un Pez Dorado frío como el hielo. 


Jair Rodríguez
De Volea

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